El altercado entre Abraham y Abimelec (Génesis 20:1-16; 21:22-34)
Cuando Abraham y Sara entraron a la región del rey Abimelec, él violó las reglas de la hospitalidad involuntariamente y como restitución, le ofreció a Abraham la tierra que quisiera (Gn 20:1–16). Posteriormente, se desató una disputa sobre cierto pozo de agua que Abraham había cavado originalmente, pero que después había sido tomado por los siervos de Abimelec (Gn 21:25). Al parecer, Abimelec ignoraba la situación y cuando escuchó la queja, aceptó un pacto juramentado iniciado por Abraham, un tratado que reconocía públicamente el derecho de Abraham al pozo y por lo tanto a su actividad comercial constante en la región (Gn 21:27–31).
En otro lugar vimos que Abraham cedió lo que le correspondía (Gn 14:22–24), pero en este caso, Abraham protege obstinadamente lo que es suyo. El narrador no implica que Abraham está dudando en su fe, ya que el relato termina con adoración (Gn 21:33). En vez de esto, él es ejemplo de una persona sabia y trabajadora, que realiza sus negocios de forma abierta y hace uso justo de las protecciones legales apropiadas. En el negocio del pastoreo, el acceso al agua es fundamental y sin este, Abraham no podía proveer para sus animales, trabajadores y familia. Por lo tanto, el hecho de que Abraham protegiera su derecho al agua es importante, igual que los medios por los cuales lo garantizó.
Como Abraham, las personas en toda clase de trabajos deben discernir cuándo actuar generosamente para beneficiar a otros y cuándo proteger recursos y derechos para su propio beneficio o el de sus organizaciones. No hay un conjunto de reglas que nos puedan llevar a una respuesta automática. En toda situación somos mayordomos de los recursos de Dios, aunque no siempre sea claro si es más útil para Sus propósitos el dar a otros los recursos o protegerlos. Sin embargo, el ejemplo de Abraham resalta un aspecto que es fácil de olvidar. La decisión no es solo una cuestión de quién tiene el derecho, sino también cómo esa decisión afectará nuestras relaciones con aquellos a nuestro alrededor. En el primer caso en el que se dividió la tierra con Lot, la disposición voluntaria de Abraham de ceder la primera elección a Lot echó los cimientos para una buena relación de trabajo a largo plazo. En el caso de su demanda de acceso al pozo de acuerdo con sus derechos del pacto, Abraham aseguró los recursos necesarios para que sus negocios siguieran funcionando. Además, parece que la contundencia de Abraham incluso mejoró su relación con Abimelec. Recordemos que la disputa entre ellos surgió porque Abraham no defendió su posición cuando se encontró por primera vez con Abimelec (Gn 20).