Conclusiones de Génesis 12-50
Génesis 12-50 nos cuenta la historia de las primeras tres generaciones de la familia que Dios escogió, por medio de la cual traería sus bendiciones a todo el mundo. Sin tener un poder particular o posición, riqueza, fama, habilidad o superioridad moral en sí mismos, aceptaron el llamado de confiar en que Dios les proveería y cumpliría la gran visión que tenía para ellos. Aunque Dios demostró Su fidelidad todo el tiempo, la fidelidad de ellos fue irregular, asustadiza, insensata y precaria. Ellos demostraron ser tan disfuncionales como cualquier familia, pero mantuvieron la semilla de fe que Dios puso en ellos, o al menos regresaban a ella. Aunque estaban en un mundo quebrantado rodeados de personas y poderes hostiles, por la fe hablaron de las “bendiciones para el futuro” (Heb 11:20 NTV) y vivieron de acuerdo con las promesas de Dios. “Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad” (Heb 11:16), la misma ciudad en la que también nosotros trabajamos, como seguidores de “Jesús el Mesías, descendiente de David y de Abraham” (Mt 1:1 NTV).