José crea infraestructura y una política de agricultura a largo plazo (Génesis 41:46-57)
Inmediatamente, José procedió a hacer el trabajo para el que Faraón lo había designado. Su interés principal era trabajar para beneficiar a otros, en vez de tomar ventaja personal de su nueva posición en cabeza de la corte real. Él mantuvo su fe, dándole a sus hijos nombres que honraban a Dios por la sanación de su dolor emocional y por hacerlo fecundo (Gn 41:51-52). Él reconoció que su sabiduría y discernimiento eran regalos de Dios, pero también que todavía tenía mucho que aprender acerca de la tierra de Egipto, la agricultura en particular. Como administrador principal, el trabajo de José afectó la vida de la nación en casi todas las áreas prácticas. Su oficio habría requerido que aprendiera acerca de legislación, comunicación, negociación, transporte, métodos seguros y eficientes de almacenamiento de alimentos, construcción, elaboración de estrategias y estimación económica y mantenimiento de registros, manejo de nómina, manejo de transacciones mediante dinero y canjes, recursos humanos y adquisición de propiedades. Sus habilidades extraordinarias respecto a su relación con Dios y las personas no funcionaban en campos separados. El espíritu del éxito de José está en la integración efectiva de sus dones divinos y competencias adquiridas. Para José, todo esto era un trabajo piadoso.
José fue descrito por Faraón como “prudente y sabio” (Gn 41:39) y estas características le permitieron hacer el trabajo de planeación y administración estratégicas. Las palabras en hebreo para sabio y sabiduría (hakham y hokhmah) denotan un alto nivel de perceptibilidad mental, pero también se usan para un amplio rango de habilidades prácticas incluyendo el trabajo con madera, piedras preciosas y metal (Éx 31:3-5; 35:31-33), confección (Éx 28:3; 35:26, 35), así como la administración (Dt 34:9; 2Cr 1:10) y justicia legal (1R 3:28). Estas habilidades también se encuentran entre los no creyentes, pero los sabios en la Biblia disfrutan de la bendición especial de Dios, quien quiere que Israel les muestre a las naciones los caminos de Dios (Dt 4:6).
Como primer acto, “José… recorrió toda la tierra de Egipto” (Gn 41:46) en un viaje de inspección. Él tenía que familiarizarse con las personas que manejaban la agricultura, las zonas y las condiciones de los campos, los cultivos, los caminos y los medios de transporte. Es inconcebible que José hubiera logrado todo esto por sí solo ya que habría tenido que establecer y supervisar el entrenamiento de algo parecido a un Departamento de agricultura y hacienda. Durante los siete años de cosecha abundante, José almacenó el grano en distintas ciudades (Gn 41:48-49). Durante los siete años de escasez que siguieron, José distribuyó el grano para los egipcios y otras personas que fueron afectadas por la extensa hambruna. Se requería un talento excepcional para crear y administrar todo esto mientras sobrevivía a las intrigas políticas de una monarquía absoluta.