El pacto (Josué 23-24)
El libro de Josué concluye con la renovación del pacto de Dios con Israel. El punto culminante ocurre en el último capítulo, cuando Josué inspira al pueblo con un reto vehemente a comprometerse a servir únicamente a Dios. Su discurso es un modelo de comunicación. Primero, vuelve a relatar los actos asombrosos de Dios a favor de Israel en Egipto, el desierto y la tierra prometida. Luego les pregunta, ¿por qué entonces siguen teniendo ídolos y dioses falsos? Luego los desafía usando lo que hoy podríamos llamar psicología inversa, “Y si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién habéis de servir” (Jos 24:15). Esto llama su atención. “Lejos esté de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses” (Jos 24:16). Pero Josué los desafía aún más, diciendo, “No podréis servir al Señor, porque Él es Dios santo” (Jos 24:19). “Si abandonáis al Señor y servís a dioses extranjeros, Él se volverá y os hará daño, y os consumirá después de haberos hecho bien” (Jos 24:20). Esto los lleva a un punto decisivo en el cual resuelven, “No, sino que serviremos al Señor” (Jos 24:21). Josué sugiere que lo dejen por escrito y hace que el pueblo firme y sea testigo del compromiso (Jos 24:25-27). En tiempos más recientes, John Wesley dio a conocer un servicio de renovación del pacto que se usa ampliamente hoy día, y muchas iglesias han desarrollado sus propias maneras de renovar el pacto con Dios.[1]
Cuando parece que las personas flaquean en su compromiso, los líderes pueden verse tentados a minimizar la tarea encomendada o a confundir a las personas para que crean que las cosas serán más fáciles de lo que son en realidad. Tal vez haya momentos en los que esta técnica las lleve a cumplir de forma temporal, pero como dice Ronald Heifetz en Leadership Without Easy Answers [Liderazgo sin respuestas sencillas][2], confundir a los seguidores le quita rápidamente la autoridad a un líder. Esto no solo ocurre porque los seguidores eventualmente descubren el engaño, sino porque no se permite que ellos contribuyan a resolver las dificultades del grupo. A menos que el líder conozca la solución a todos los retos —una posibilidad extremadamente improbable—, las soluciones tendrán que surgir de la creatividad y el compromiso de los miembros del grupo. Pero si el líder ha confundido a las personas respecto a la naturaleza de los problemas, ellas no pueden contribuir para encontrar una solución. Esto solo garantiza el fracaso del líder. En cambio, los líderes que son honestos con sus seguidores acerca de la dificultad de los retos tienen una oportunidad de involucrarlos en la creación de soluciones. Por medio de su relación con Dios, Josué representa un modelo excelente para los líderes que buscan desarrollar el compromiso hacia un curso de acción difícil a través de la honestidad y la transparencia en vez de la reserva y la falsa esperanza.
John Wesley, Covenant Renewal Service [servicio de renovación de pacto], 2nd ed. (Londres: 1781). El texto junto con las adaptaciones modernas se puede encontrar en http://wesley.nnu.edu/john-wesley/covenant-service-directions-for-renewing-our-covenant-with-god/.
Ronald A. Heifetz, Leadership without Easy Answers [El liderazgo sin respuestas sencillas] (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1994).