Introducción a Josué y Jueces
Josué y Jueces relatan la historia del pueblo antiguo de los israelitas cuando tomaron la tierra que Dios les había prometido a Abraham, Isaac y Jacob (Gn 15:18-21; 28:13), y también narran la formación de una confederación tribal allí. El tema general del libro es que cuando el pueblo de Dios obedece Sus mandamientos y Su guía, el trabajo prospera y ellos experimentan paz y gozo. Sin embargo, cuando siguen sus propias inclinaciones y actúan como si fueran la autoridad suprema, la pobreza, el conflicto y toda clase de males les causan aflicción y sufrimiento.
El trabajo de los líderes designados por Dios, los profetas, ejércitos y todo el pueblo antiguo de Israel era conquistar, establecerse y gobernar un territorio. Aunque hay muchas razones para creer que estos libros contribuyen a nuestro entendimiento del trabajo desde una perspectiva bíblica, en realidad se requiere un esfuerzo especial para descubrir cómo el trabajo que vemos en Josué y Jueces aplica a las circunstancias de nuestros lugares de trabajo contemporáneos (observe que no estamos considerando la nación-estado moderno de Israel y sus vecinos, el cual es un tema que no abarca nuestra investigación).
Sin embargo, si miramos con cuidado, encontramos que sí surgen ideas que aplicar en las problemas actuales a partir de ciertos incidentes en el texto, incluyendo el desarrollo del liderazgo y la administración, la participación relativa del trabajo duro y de la guía de Dios en la consecución de nuestros objetivos, el conflicto relacionado con los recursos, la tensión entre avanzar para alcanzar el éxito y servir a otros, la guía de Dios en nuestro trabajo y el riesgo constante de hacer de nuestro trabajo un ídolo. Los eventos en Josué y Jueces nos dan ejemplos —tanto buenos como malos— de cómo resolver conflictos en el lugar de trabajo, motivar a los trabajadores, cumplir los retos de los cargos electivos y hacer un plan para que los líderes nuevos sucedan a los que dejan su cargo. Los personajes que conocemos en los libros demuestran el valor extraordinario del liderazgo femenino, los efectos económicos de la guerra y la complicidad de las autoridades en el abuso de los más vulnerables en el trabajo.
La línea narrativa principal de Josué y Jueces es que aunque el pueblo escogido de Dios es rebelde en repetidas ocasiones, decide servir a otros dioses y olvida el pacto con Dios, el Señor siempre está listo para responder a sus crisis y cumplir lo prometido. Solamente cuando dejan de desear incluso la bendición de Dios, caen en la miseria y la ruina social. Este también es un mensaje particularmente contemporáneo. A menudo llegamos a alejarnos de Dios mientras decidimos cómo manejar las oportunidades y retos que surgen en el trabajo. Descubrimos que hemos puesto otras preocupaciones por encima del interés por recibir Su amor y de amar y servirle por medio de nuestro trabajo. El mensaje de Josué y Jueces es que Dios está listo, aquí y ahora, para que regresemos a Él y recibamos Sus bendiciones en nuestra vida y nuestro trabajo.
Organizaremos nuestro estudio de los libros alrededor de cuatro temas principales, que corresponden más o menos al curso de la narración: la conquista, la coordinación, el pacto y el caos.[1]
Para ver una descripción útil de los temas principales de Josué, consulte David M. Howard Jr., Joshua [Josué], vol. 5, The New American Commentary [El nuevo comentario americano] (Nashville: Broadman & Holman, 1998), 56-64.