El servicio humilde (Lucas 9:46-50; 14:7-11; 22:24-30)
Jesús declara que el liderazgo requiere servir humildemente a otros, como vemos en los siguientes tres pasajes adicionales. En el primero (Lc 9:46–50), los discípulos de Jesús comienzan a discutir acerca de quién sería el mayor entre ellos. Jesús responde que el mayor es el que se convierte en un niño en Su nombre. “El que es más pequeño entre todos vosotros, ése es grande”. Note que el modelo no es el niño, sino la persona que se hace como un niño. Servir a los que todos consideran como indignos de su tiempo es lo que hace que un líder sea grande.
El segundo pasaje (Lc 14:7–11) es la respuesta de Jesús al orden social que se ve en un banquete, lo cual no solo es una pérdida de tiempo, dice Jesús, sino que de hecho es contraproducente. “Todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado”. Aplicado al liderazgo, esto significa que si usted trata de llevarse crédito por todo, las personas querrán dejar de seguirlo o se distraerán de su trabajo por tratar de hacer que usted se vea mal. Pero si les da el crédito a los demás, las personas querrán seguirlo y eso llevará al verdadero reconocimiento.
El tercer pasaje (Lc 22:24–30) regresa a la cuestión de quién es el mayor de los discípulos. Esta vez Jesús se toma a Sí mismo como el modelo de liderazgo por medio del servicio. “Entre vosotros Yo soy como el que sirve”. En las tres historias, los conceptos de servicio y humildad están unidos. El liderazgo eficaz exige —o es— servicio. El servicio requiere actuar como si usted fuera menos importante de lo que cree que es.