El Sabbath y el trabajo (Lucas 6:1-11; 13:10-17)
El Sabbath es una parte fundamental de la perspectiva bíblica del trabajo y Jesús enseña acerca de este día en el Evangelio de Lucas. El trabajo y el descanso no son fuerzas opuestas, sino elementos de un ritmo que hacen posible el buen trabajo y la verdadera recreación. Idealmente, este ritmo suple las necesidades de provisión y salud de las personas, pero en un mundo caído hay momentos en los que esto no sucede.
El Señor del Sabbath (Lucas 6:1–11)
En Lucas 6:1–5, es el Sabbath y Jesús y sus discípulos tienen hambre. Ellos arrancan espigas en un campo, las restriegan con las manos y se comen los granos. Algunos fariseos se quejan de que esto equivale a trillar y por tanto, es trabajar en el Sabbath. Jesús les responde que David y Sus compañeros también quebrantaron las reglas sagradas cuando tuvieron hambre, al entrar a la casa de Dios y comer el pan consagrado que solo podían comer los sacerdotes. Podemos pensar que la conexión entre estos dos episodios es el hambre. Cuando usted tiene hambre, es aceptable trabajar para alimentarse, incluso si eso significa trabajar durante el Sabbath. Pero Jesús concluye algo un poco diferente: “El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo” (Lc 6:5). Eso indica que guardar el Sabbath se basa en entender el corazón de Dios, no en desarrollar reglas y excepciones cada vez más detalladas.
La liberación en el Sabbath (Lc 13:10–17)
En Lucas 6:9 y 14:5 se relatan otros episodios en los que Jesús sana en el Sabbath. Sin embargo, aunque sería difícil estructurar una teología del Sabbath solamente a partir de los eventos en Lucas, podemos observar que Jesús ciñe Su perspectiva del Sabbath a las necesidades de las personas. Las necesidades humanas priman sobre guardar el Sabbath, incluso aunque guardar el Sabbath sea uno de los diez mandamientos. Sin embargo, al suplir las necesidades humanas durante el día de reposo, el mandamiento se cumple, no se elimina. La sanación de la mujer encorvada en el Sabbath representa un ejemplo particularmente importante. El indignado oficial de la sinagoga reprende a la multitud diciendo, “Hay seis días en los cuales se debe trabajar; venid, pues, en esos días y sed sanados, y no en día de reposo” (Lc 13:14). La respuesta de Jesús comienza con la ley. Si las personas les dan agua a sus animales en el Sabbath, como era correcto, “ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en día de reposo?” (Lc 13:16).
(Para consultar más discusiones acerca del Sabbath, que en algunos casos tienen perspectivas diferentes, ver “Marcos 1:21–45” y “Marcos 2:23–3:6” en “Marcos y el trabajo”)