La sanación en Lucas
En la época de Jesús, así como ahora, el trabajo de sanar y de la salud era esencial. En el Evangelio de Lucas, Jesús sana en trece ocasiones diferentes: 4:31–37; 4:38–44; 5:12–16; 5:17–26; 7:1–10; 7:11–17; 7:21; 8:26–39; 8:40–56; 9:37–45; 13:10–17; 17:11–19 y 18:35–43. Al hacerlo, les trae bienestar a los que están sufriendo, lo que prometió cuando asumió la posición de rey. Además, la sanación es una realización del reino venidero de Dios, en donde no habrá enfermedad (Ap 21:4). Dios no solo les ordena a las personas que trabajen para el beneficio de otros, sino que les da poder para que lo hagan. Jesús no es el único que tiene el poder de Dios, ya que en dos pasajes les da poder a Sus seguidores para que sanen a las personas (Lc 9:1–6, 10:9). Sin embargo, toda sanación depende del poder de Dios. El teólogo Jürgen Moltmann resume esa idea de una forma espléndida: “las sanaciones de Jesús no son milagros sobrenaturales en un mundo natural. Son lo único verdaderamente ‘natural’ en un mundo que es innatural, satanizado y herido”.[1] Son una señal tangible de que Dios está haciendo que todo vuelva a ser como debía ser.
Por lo general, las sanaciones que se registran en los Evangelios son milagrosas, pero los esfuerzos no milagrosos de los cristianos para restaurar el cuerpo humano también se pueden ver como extensiones del ministerio de Jesús de dar vida. Sería un error no notar lo importante que es la sanación para la obra redentora del reino de Dios. Este trabajo lo realizan a diario los médicos, las enfermeras, los técnicos, los que procesan las peticiones, los encargados del estacionamiento del hospital y muchos otros que trabajan para hacer posible el restablecimiento de la salud. Lucas mismo era médico (Col 4:14) y es sencillo imaginar su interés particular por la sanación. Sin embargo, estaríamos equivocados si inferimos que las profesiones de la salud son un llamado inherentemente mejor que otras profesiones.
Jürgen Moltmann, The Way of Jesus Christ [El camino de Jesucristo] (Minneapolis: Fortress Press, 1995), 69.