La mano oculta de Dios y la respuesta humana (Ester)
Como señalamos anteriormente, Dios no se menciona en el libro de Ester y a pesar de esto, es un libro de la Biblia. Por tanto, los escritores de los comentarios buscan la presencia escondida de Dios en Ester y generalmente señalan el versículo crucial: “¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?” (Est 4:14). La implicación es que ella ha llegado a su posición no por suerte o gracias al destino, o por sus propias artimañas, sino por la voluntad de un actor invisible. Aquí podemos ver la escritura divina en la pared. Ester ha llegado a su posición real gracias a “la mano bondadosa de Dios [sobre ella]”, como lo hubieran dicho Esdras y Nehemías (Esd 8:18; Neh 2:18).
Esto nos reta a considerar cómo Dios puede estar trabajando en formas que no reconocemos. Cuando una compañía secular elimina sesgos en ascensos y escalas salariales, ¿Está Dios trabajando allí? Cuando una persona cristiana es capaz de acabar con las prácticas engañosas de contabilidad, ¿debe anunciar que lo hizo porque es cristiana? Si los cristianos tienen la oportunidad de unirse con judíos y musulmanes para pronunciarse a favor de que haya espacios religiosos razonables en una corporación, ¿deberían verlo como un trabajo de Dios? Si usted puede hacer el bien aceptando un trabajo en una administración política afectada por concesiones, ¿Dios lo podría estar llamando a que acepte la oferta? Si usted enseña en una escuela que lo lleva a los límites de su conciencia, ¿debería encontrar la manera de renunciar al trabajo o debería redoblar su compromiso de quedarse en ese lugar?