La relación entre las prácticas de préstamos y el temor del Señor (Nehemías 5:1 - 5:19)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

El proyecto de construcción de Nehemías fue amenazado no solo desde el exterior, sino también desde el interior. Ciertos nobles y oficiales judíos adinerados se estaban aprovechando de los tiempos difíciles en el aspecto económico para llenarse los bolsillos (Neh 5). Le estaban prestando dinero a otros judíos esperando que les pagaran intereses, lo cual estaba prohibido en la ley judía (por ejemplo en Éx 22:25).[1] Cuando los deudores no podían pagar los préstamos, perdían su tierra e incluso se les obligaba a vender a sus hijos como esclavos (Neh 5:5). La respuesta de Nehemías fue exigirles a los ricos que dejaran de cobrar intereses sobre los préstamos y que regresaran todo lo que habían quitado a sus deudores.

En contraposición al egoísmo de quienes se habían estado aprovechando de sus compatriotas judíos, Nehemías no usó su posición de liderazgo para aumentar su fortuna personal. “A causa del temor de Dios”, incluso se rehusó a cobrarle un impuesto al pueblo para pagar sus propios gastos, a diferencia de sus predecesores (Neh 5:14-16). En cambio, invitó generosamente a muchas personas a comer en su mesa, pagando estos gastos con sus ahorros personales sin pedirle dinero al pueblo (Neh 5:17-18).

En cierto sentido, los nobles y los oficiales eran culpables de la misma clase de dualismo que hemos mencionado. En su caso, no estaban esperando pasivamente a que Dios resolviera sus problemas. En cambio, estaban buscando activamente sus propias ganancias como si la vida económica no tuviera nada que ver con Dios. Sin embargo, Nehemías les dice que su vida económica es de gran importancia para el Señor porque a Él le importa todo en la sociedad, no solo los aspectos religiosos: “¿No deberían mostrar la debida reverencia a nuestro Dios y evitar así el reproche de los paganos, nuestros enemigos [a quienes se vendían los deudores judíos como esclavos por culpa de los nobles]?” (Neh 5:9 NVI). Nehemías relaciona un problema económico (la usura) con el temor de Dios.

Los temas de Nehemías 5, aunque emergen de un contexto legal y cultural lejano al nuestro, nos retan a considerar qué tanto deberíamos ganar en lo personal a partir de nuestra posición y privilegio e incluso de nuestro trabajo. ¿Debemos colocar nuestro dinero en bancos que conceden préstamos con intereses o invertir nuestro dinero en fondos que incluyan compañías con prácticas cuestionables? ¿Debemos aprovechar los beneficios especiales que nos ofrecen en nuestro lugar de trabajo, incluso si estos representan un costo considerable para otros? Puede que los mandatos específicos de Nehemías (no cobrar intereses, no incautar las garantías, no forzar la venta de personas como esclavas) apliquen en nuestro tiempo de forma diferente, pero en la base de estos se encuentra una oración que todavía aplica: “Acuérdate de mí, Dios mío, para bien, conforme a todo lo que he hecho por este pueblo” (Neh 5:19). Como lo fue para Nehemías, el llamado de Dios para los trabajadores en la actualidad es a hacer todo lo que podamos por las personas a nuestro alrededor. En la práctica, eso significa que cada uno de nosotros le debe a Dios la responsabilidad de cuidar la nube de personas que dependen de nuestro trabajo: empleadores, compañeros de trabajo, clientes, familiares y muchos otros. Puede que Nehemías no nos diga exactamente cómo manejar las situaciones en el lugar de trabajo hoy día, pero sí nos dice cómo orientar nuestras mentes mientras tomamos decisiones. Debemos poner primero a las personas.

La pregunta de si la Biblia prohíbe prestar dinero con intereses tiene una historia larga y discutida en la teología cristiana. Consulte el artículo de la Teología del Trabajo bajo el tema Finance Overview  [Finanzas] llamado, “Does the Bible Prohibit Charging Interest?” [¿La Biblia prohíbe cobrar intereses?] en www.theologyofwork.org.