Dios desaprueba a los amigos de Job (Job 42:7-9)
Dios critica a los tres amigos cuya proclamación arrogante de sabiduría falsa había atormentado tanto a Job. En un giro satisfactorio e irónico, Él declara que si Job ora a favor de ellos, no los castigará por sus discursos ignorantes tomando el lugar de Dios (Job 42:7-8). Ellos, que equivocadamente instaron a Job a que se arrepintiera, ahora deben depender de que Job acepte su arrepentimiento y Dios escuche la súplica de Job a su favor. El acto de Job de orar por sus amigos nos recuerda el primer capítulo en donde Job ora por la protección de sus hijos. Job es un hombre de oración, a tiempo y a destiempo.
Como parte de nuestro proceso de recuperación del fracaso, haríamos bien en orar por aquellos que nos han atormentado o que dudaron de nosotros durante nuestro dolor. Más adelante, Jesús nos llama a orar por nuestros enemigos (Mt 5:44; Lc 6:27-36), y esta enseñanza es vista en ambos contextos como más que simplemente terapéutica. Si podemos orar por aquellos que nos han perseguido, entonces podremos trascender las circunstancias pasajeras de la vida y comenzar a apreciar la imagen desde la perspectiva de Dios.