Conclusiones de Proverbios
En definitiva, nuestros hábitos de trabajo están formados por nuestro carácter, el cual a su vez está formado por nuestro conocimiento de la revelación de nuestro Señor y por qué tan maravillados estamos de Él. Conforme nos acercamos al conocimiento más íntimo de nuestro Señor, nuestro carácter se transforma para ser más como el carácter de Dios. En realidad, “El principio de la sabiduría es el temor del Señor” (Prov 9:10). La sabiduría le da vida a todos los ámbitos, incluyendo el trabajo, en donde muchos de nosotros pasamos la mayor parte del tiempo productivo. La sabiduría nos lleva a acciones honestas, a diligencia, a una astucia sana, a la generosidad y justicia para aquellos en necesidad, a controlar lo que decimos y a una vida humilde. Con sabiduría, confiamos en que Dios le da forma a nuestro destino y se encarga de nuestras metas. “Encomienda tus obras al Señor, y tus propósitos se afianzarán” (Prov 16:3).