¿Qué tiene que ver Proverbios con el trabajo?
El interés central del libro es el llamado a tener una vida llena de asombro ante Dios. Este llamado se encuentra al comienzo del libro (Prov 1:7), se extiende a través de él (Prov 9:10) y lo concluye (Prov 31:30). Los proverbios nos dicen que los buenos hábitos de trabajo honran a Dios, crecen a partir del carácter formado por nuestro asombro ante el Señor y generalmente conducen a la prosperidad. En realidad, el temor del Señor y la sabiduría son directamente equivalentes. “Entonces entenderás el temor del Señor, y descubrirás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da sabiduría, de Su boca vienen el conocimiento y la inteligencia” (Prov 2:5-6).
En otras palabras, los proverbios tienen la intención de formar el carácter de Dios (un carácter piadoso) en aquellos que los leen. Esta es la razón por la que muchos de los proverbios se basan explícitamente en el carácter de Dios, lo que se muestra por medio de lo que Dios odia y de lo que le agrada:
Seis cosas hay que odia el Señor, y siete son abominación para El. (Prov 6:16)
La balanza falsa es abominación al Señor, pero el peso cabal es Su deleite. (Prov 11:1)
En todo lugar están los ojos del Señor (Prov 15:3)
El carácter piadoso —es decir, la sabiduría— es esencial en todo en la vida, incluyendo el trabajo. Un vistazo sobre los proverbios demuestra que el libro tiene mucho que contribuir para el tema del trabajo. Muchos de los proverbios hablan directamente acerca de las actividades en el lugar de trabajo del Cercano Oriente antiguo, que comprenden la agricultura, la cría de animales, la elaboración de textiles y prendas de vestir, el comercio, el transporte, los asuntos militares, la administración, los tribunales de justicia, la administración del hogar, la crianza de hijos, la educación, la construcción y otros. El dinero —que está estrechamente relacionado con el trabajo— también es un tema prominente. Muchos otros proverbios cubren temas que aplican de forma significativa al trabajo, tales como la prudencia, la honestidad, la justicia, la comprensión y las buenas relaciones.
La mujer valiente (Proverbios 31:10-31)
Regresar al Índice Regresar al ÍndiceUn vínculo significativo entre el libro de Proverbios y el mundo del trabajo se presenta al final del libro. La señora Sabiduría, a quien conocimos al comienzo (Prov 1:20-33; 8:1-9:12) vuelve a aparecer vestida de otra manera en los últimos veintidós versículos del libro (Prov 31:10-31), como una mujer de carne y hueso, llamada “la mujer virtuosa” (RVR1960). Algunas traducciones usan la palabra “esposa” en vez de “mujer”, probablemente porque en el pasaje se menciona al esposo y los hijos (tanto “esposa” como “mujer” son traducciones posibles del término hebreo ishshah). De hecho, ella encuentra su realización en su familia y garantiza que “su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra” (Prov 31:23). Sin embargo, el texto se centra en el trabajo de la mujer como una emprendedora en la industria artesanal con los siervos o trabajadores que administra (Prov 31:15).[1] Proverbios 31:10-31 no aplica solamente al lugar de trabajo, sino que se lleva a cabo en el lugar de trabajo.
Entonces, el libro de Proverbios se resume en un poema que alaba a una mujer que administra sabiamente diversas empresas que van desde tejer hasta la producción de vino y el comercio en el mercado. Los traductores usan palabras distintas, como virtuosa (RVR1960), capaz (NTV), extraordinaria (TLA) o ejemplar (NVI) para describir el carácter de esta mujer en Proverbios 31:10. Sin embargo, estos términos no alcanzan a reflejar el elemento de fuerza presente en el término hebreo chayil. Cuando se aplica a un hombre, este mismo término se traduce como “fuerza”, así como en Prov 31:3. En la gran mayoría de sus 246 apariciones en el Antiguo Testamento, esta palabra aplica para los hombres guerreros (por ejemplo, los “hombres fuertes y valientes” de David en 1Cr 7:2). Los traductores tienden a restarle importancia al elemento de la fuerza cuando la palabra se aplica a una mujer, como con Rut, a quien en las traducciones en español se le describe como “ejemplar” (NVI, RVC), “virtuosa” (LBLA, RVR) o “buena” (TLA). Pero la palabra es la misma, sea que se aplique a hombres o a mujeres. Al describir la mujer de Proverbios 31:10-31, su significado se entiende mejor como fuerte o valiente, como lo indica después Proverbios 31:17, “Ella se ciñe de fuerza, y fortalece sus brazos”. Por motivo de tal lenguaje marcial, Al Wolters sostiene que la traducción más apropiada es “mujer valiente”.[2] Por consiguiente, nos referiremos a la mujer de Proverbios 31:10-31 como la “mujer valiente”, lo que refleja tanto la fuerza como la virtud que contiene el término hebreo chayil.
El pasaje que concluye el libro de Proverbios caracteriza esta mujer fuerte como una trabajadora sabia en cinco conjuntos de prácticas en su lugar de trabajo. La mayor importancia de esta sección se presenta de dos maneras. Primero, esta se encuentra en forma de poema acróstico, lo que significa que sus líneas comienzan con las veintidós letras del alfabeto hebreo en orden, haciendo de él algo memorable. Segundo, se ubica en el lugar del clímax y es el resumen de todo el libro. Por lo tanto, los cinco grupos de prácticas que observamos en la mujer valiente servirán como un marco para explorar todo el libro.
Para algunas personas en el Cercano Oriente antiguo e incluso algunos ahora, sería sorprendente presentar a una mujer como un modelo de emprendimiento sabio. A pesar del hecho de que Dios les dio el regalo del trabajo tanto a hombres como mujeres por igual (Gn 1:27-28), el trabajo de las mujeres ha sido denigrado con frecuencia y se ha tratado con menos dignidad que el de los hombres. Siguiendo el ejemplo de Proverbios, nos referiremos a esta sabia trabajadora como “ella”, entendiendo que la sabiduría de Dios está disponible de forma equitativa para hombres y mujeres. “Ella” funciona en el libro como una afirmación de la dignidad del trabajo de todas las personas.
Como siempre en el libro de Proverbios, el sendero de la sabiduría fluye del temor del Señor. Después de todo, las habilidades y las virtudes de la mujer valiente se describen y reciben honra, y se revela la fuente de su sabiduría. “La mujer que teme al Señor, ésa será alabada” (Prov 31:30).
Ver Waltke, Proverbs 15-31, p. 528.
Al Wolters, “Proverbs XXXI 10-31 as Heroic Hymn: A Form-Critical Analysis” [El himno heroico de Proverbios 31:10-13: un análisis crítico de forma], Vetus Testamentum 38 (Octubre 1988): 446-57.