Dios trabaja por medio de la productividad de tener hijos (Rut 4:13-18)
En Rut 4:13 encontramos la segunda vez que se atribuye un evento especialmente a la mano de Dios en el libro (la primera está en Rut 1:6). “Booz tomó a Rut y ella fue su mujer, y se llegó a ella. Y el Señor hizo que concibiera, y ella dio a luz un hijo”. Aunque el término hebreo para la concepción y el embarazo (herayon) se encuentra únicamente en otros dos lugares, que son Génesis 3:16 y Oseas 9:11, la expresión específica de “conceder o dar la concepción” solo se encuentra aquí. Debemos interpretar esta declaración teniendo en cuenta el trasfondo de los diez años del matrimonio de Rut con Mahlón, en el cual aparentemente no hubo hijos (Rut 1:4). Después de la fidelidad de Rut al ir a Israel con Noemí, luego de la fidelidad de Booz al proveer para Rut para espigar sus campos y su fidelidad al servir como su pariente redentor, después de la oración de fe de los testigos en la puerta (Rut 4:11-12), y aparentemente tan pronto como Rut y Booz consumaron el matrimonio, Dios le concedió un hijo a Rut. Todos los esfuerzos humanos, incluso las relaciones sexuales, dependen de Dios para lograr las metas deseadas (Rut 4:13-15; cf. 1:4).
El nacimiento de cualquier hijo es un regalo de Dios, pero la historia en el nacimiento del hijo de Rut y Booz, Obed, es más grande. Él se convertiría en el abuelo de David, el rey más grandioso de Israel (Rut 4:22) y en ancestro de Jesús el Mesías (Mt 1:5, 16-17). De esta manera, Rut se convirtió en una bendición para Israel y para todos los que siguen a Jesús hasta el día de hoy.