Salmo 147
Dios reúne a los dispersos (Sal 147:2), como lo hacen los capellanes y los maestros en la prisión y los organizadores comunitarios. Él sana al quebrantado de corazón (Sal 147:3), como lo hacen los consejeros que ayudan en casos de duelo, los casamenteros, los humoristas y los cantantes de blues. Él cuenta las estrellas y les da nombres (Sal 147:4), como lo hacen los astrónomos, los navegantes y los narradores de historias. Su poder es abundante (Sal 147:5a), como sucede con los presidentes, los jefes, los almirantes, los padres y los presos políticos que se convierten en hombres de Estado. Él tiene un entendimiento infinito (Sal 147:5b), como es el caso de los maestros, los poetas, los pintores, los maquinistas, los operadores de sonares y las personas cuyo autismo les da un poder extraordinario para concentrarse en los detalles. Él sostiene al afligido, como lo hacen los activistas por los derechos civiles y los que donan para esta causa, y Él destruye el poder del malvado, como lo hacen los abogados, los informantes y todos aquellos que se alejan de los chismes y defienden a los compañeros de trabajo que reciben un trato injusto (Sal 147:6).
Dios prepara la tierra para el clima venidero (Sal 147:8), como lo hacen los meteorólogos, los investigadores del clima, los arquitectos y los constructores, y los que controlan el tránsito aéreo. Él alimenta los animales (Sal 147:9), como lo hacen los ganaderos, los pastores y los niños y niñas en las zonas rurales. Él fortalece las puertas, protege a los niños y preserva la paz en las fronteras (Sal 147:13-14a), como lo hacen los ingenieros, los soldados, los agentes de aduanas y los diplomáticos. Él prepara las mejores comidas (Sal 147:14b), como lo hacen los cocineros, los chefs, los panaderos, los enólogos, los cerveceros, los campesinos, los administradores del hogar y los padres de familia que tienen dos ocupaciones (principalmente mujeres), las personas que escriben blogs de recetas de cocina, los tenderos y los servidores. Él declara Su palabra —Sus estatutos y ordenanzas (Sal 147:19). ¡Alabado sea el Señor! (Sal 147:20, NVI).