Conclusión de Hechos
La investigación del trabajo y los temas relacionados con el trabajo en Hechos demuestra un trato coherente de la vocación en el mundo de Dios. En Hechos, una perspectiva cristiana del trabajo no se relega simplemente al campo de la ética. En cambio, el trabajo es una forma activa de dar testimonio de la redención de Dios del mundo. La lógica de Hechos se mueve en esta dirección:
- La venida del Espíritu inicia el reino de Cristo —el mundo nuevo de Dios— de una forma nueva. El sistema romano de clientela que procura el estatus para la persona se reemplaza con un espíritu de amor que procura el bien de otros. Esto sigue el ejemplo de Jesús, que se entregó a Sí mismo por el bien de otros —lo que es evidente sobre todo en la cruz.
- La vocación cristiana se caracteriza por un testimonio del reino de Cristo empoderado por el Espíritu, no solo proclamando sino también actuando según el espíritu de amor de Dios en la vida cotidiana.
- La vocación cristiana es dada a toda la comunidad de creyentes, no solamente a individuos. Los actos de los creyentes no son perfectos —algunas veces están muy lejos de ser perfectos— pero a pesar de ello, son una participación real en el nuevo mundo.
- La comunidad da testimonio del reino de Cristo al trabajar y usar los recursos relacionados con el trabajo —el poder, la riqueza y el estatus— para el bien de otros y de la comunidad como un todo. La membrecía en la comunidad va mano a mano con una forma de vida transformada, que lleva al amor y al servicio. Un resultado ejemplar es la práctica de la generosidad radical con todo tipo de recursos.
- Cuando se realiza el trabajo de esta manera, todas las profesiones pueden ser actos de testimonio al practicar las estructuras de justicia, rectitud y belleza a las que da lugar el reino de Dios.
- Por tanto, la comunidad cristiana presenta una forma de trabajar que desafía las estructuras del mundo caído y algunas veces entra en conflicto con los poderes del mundo. Sin embargo, la intención de la comunidad no es chocar con el mundo sino transformarlo.
- El liderazgo es un escenario prominente en el que se promulga el nuevo espíritu de amor y servicio para otros. La autoridad se comparte y se anima a las personas en todos los niveles de la comunidad a que sean líderes. Los líderes aceptan la carga de actuar por el bien de otros y respetan la sabiduría y la autoridad de aquellos a quienes lideran. Los atributos del liderazgo —incluyendo la valentía, el sufrimiento, el respeto y la preocupación por otros— saltan a primera plana en el ejemplo del apóstol Pablo.
Hechos nos ayuda a ver que todo aspecto de la vida del ser humano —incluyendo nuestro trabajo y sus frutos— puede ser un medio para participar en el reino de Dios que viene a la tierra por el poder del Espíritu que ya se está revelando. De esta forma, el trabajo no solo es digno sino también esencial para la vocación humana de dar testimonio. Como fue desde el comienzo, el trabajo es un aspecto importante en lo que significa ser completamente humano. Los trabajadores hoy día son llamados a ser cultivadores y transformadores de la tierra, la cultura, la familia, los negocios, la educación, la justicia y todos los demás campos— todo por el reino de Dios.