El incidente del templo (Marcos 11:15-18)
Existe un trasfondo mercantil en la historia en la que Jesús expulsa a los vendedores y los cambistas del templo. Hay un debate acerca de la relevancia de esta acción, tanto en términos de los relatos individuales del Evangelio como en términos de la tradición del Jesús histórico.[1] Ciertamente, Jesús expulsa de forma agresiva a aquellos que participan en actividades comerciales en el templo, ya fuera vendiendo animales puros y aves para el sacrificio o cambiando la moneda apropiada para las ofrendas del templo. Se ha sugerido que esta fue una protesta por las tasas excesivas que se les cobraba a quienes participaban en dichas actividades, y por tanto, el abuso de los pobres cuando venían a presentar ofrendas.[2] Como alternativa, se ha visto como un rechazo del impuesto del templo de medio ciclo.[3] Finalmente, se ha interpretado como una señal profética en la que se perturban los procesos del templo como un pronóstico de Su destrucción futura.[4]
Si suponemos que el templo equivale a la iglesia en el entorno actual, este hecho se encuentra por fuera de nuestro alcance, que es el trabajo que no se relaciona con la iglesia. Sin embargo, podemos señalar que el incidente sí dirige la atención a aquellos que intentan usar la iglesia para asegurarse ventajas laborales. Unirse a una iglesia o usarla para ganar una posición de negocios favorable es tanto perjudicial para la comunidad en términos comerciales, como nocivo para el individuo en el ámbito espiritual. De ninguna manera queremos decir que las iglesias y sus miembros deben dejar de ayudarse unos a otros para convertirse en mejores trabajadores, pero, cuando la iglesia se convierte en una herramienta comercial, se estropea su integridad y se nubla su testimonio.
N.T. Wright, Jesus and the Victory of God [Jesús y la victoria de Dios] (Londres: SPCK, 1996), 413–28; y más recientemente, J. Klawans, Purity, Sacrifice, and the Temple: Symbolism and Supersessionism in the Study of Ancient Judaism [La pureza, el sacrificio y el templo: el simbolismo y la teoría del reemplazo en el estudio del judaísmo antiguo] (Nueva York: Oxford University Press, 2005), 213–45.
Craig A. Evans, “Jesus’ Action in the Temple” [La intervención de Jesús en el templo] en Jesus in Context: Temple, Purity, and Restoration [Jesús en contexto: el templo, la pureza y la restauración], ed. C. A. Evans y B. Chilton (Leiden: Brill, 1997), 395–440, esp. 419–28. Evans estudia las distintas evidencias que demuestran que a los sacerdotes se les consideraba comúnmente codiciosos y corruptos. Su argumento se presenta en oposición al de E. P. Sanders, Jesus and Judaism [Jesús y el judaísmo] (Philadelphia: Fortress, 1985), 61–76. A su vez, los argumentos de Evans son cuestionados en Klawans, Purity, Sacrifice, and the Temple [La pureza, el sacrificio y el templo], 225–29.
R. J. Bauckham, “Jesus’ Demonstration in the Temple” [La protesta de Jesús en el templo], en Law and Religion: Essays on the Place of the Law in Israel and Early Christianity [La ley y la religión: ensayos acerca de la posición de la ley en Israel y el cristianismo primitivo], ed. B. Lindars (Cambridge: James Clarke, 1988), 72–89, esp. 73–74
Wright, Jesus and the Victory of God, 413-428; Sander, Jesus and Judaism, 61-76.