Introducción a Marcos
El Evangelio de Marcos, igual que los demás Evangelios, se trata del trabajo de Jesús. Su trabajo es enseñar, sanar, mostrar señales del poder de Dios y por encima de todo, morir y regresar a la vida para el beneficio de la humanidad. El trabajo de Cristo es absolutamente único. Sin embargo, también es una parte constante del trabajo de todos los creyentes, que es cooperar con Dios para que el mundo sea restaurado a la forma en la que Él deseó que fuera desde el comienzo. Nuestro trabajo no es el trabajo de Cristo, nuestro trabajo tiene el mismo objetivo que el Suyo. Por tanto, el Evangelio de Marcos no se trata sobre nuestro trabajo, sino que le da esencia a nuestro trabajo y define la meta final del mismo.
Al estudiar Marcos, descubrimos el llamado de Dios a trabajar en servicio de Su reino. Discernimos los ritmos de trabajo, descanso y adoración que Dios desea para nuestra vida. Vemos las oportunidades y los peligros inherentes en ganarse la vida, acumular riqueza, ganar una buena posición, pagar impuestos y trabajar en una sociedad que no necesariamente apunta hacia los propósitos de Dios. Encontramos pescadores, obreros, madres y padres (¡la crianza de los hijos es un tipo de trabajo!), recaudadores de impuestos, personas con discapacidades que afectan su trabajo, líderes, campesinos, abogados, sacerdotes, constructores, filántropos (principalmente mujeres), un hombre muy rico, mercaderes, banqueros, soldados y gobernadores. Reconocemos el mismo rango desconcertante de personalidades que encontramos en la vida y el trabajo actual. Encontramos personas no como individuos aislados, sino como miembros de familias, comunidades y naciones. El trabajo y los trabajadores están en todas partes en el Evangelio de Marcos.
Marcos es el Evangelio más corto. Contiene menos material de las enseñanzas de Jesús que Mateo y Lucas. Por tanto, nuestra tarea debe ser prestarle bastante atención a los detalles en el libro para ver cómo su Evangelio aplica al trabajo fuera de la iglesia. Los principales pasajes relacionados con el trabajo en Marcos se dividen en tres categorías: (1) relatos acerca del llamado mientras Jesús llama a Sus discípulos a trabajar en representación del reino de Dios, (2) las controversias del Sabbath respecto al ciclo de trabajo y descanso y (3) las cuestiones económicas relacionadas con la riqueza y su acumulación y el pago de impuestos. Discutiremos los relatos acerca del llamado en la sección “El reino y el discipulado”, las controversias acerca del Sabbath en “Ritmos de trabajo, descanso y adoración” y los episodios que tratan de los impuestos y la riqueza en “Cuestiones económicas”. En cada una de estas categorías, Marcos se interesa principalmente en la forma en la que los seguidores de Jesús deben ser transformados a un nivel profundo.
Como con los otros Evangelios, Marcos se presenta en un contexto de turbulencia económica. Durante la época romana, Galilea estaba pasando por una conmoción social y cada vez más tierras se convertían en posesiones de pocos ricos —por lo general, extranjeros— y había un movimiento general que iba de la agricultura de pequeña escala a una agricultura a gran escala basada en el patrimonio. Los que habían sido campesinos arrendatarios alguna vez o incluso dueños de tierras fueron obligados a trabajar por días, con frecuencia como resultado de haber perdido su propiedad por causa de la reposesión de préstamos que tomaron para pagar los impuestos de los romanos.[1] En tal contexto, no es de extrañar que los temas económico y fiscal surjan en la narrativa de Marcos y en la enseñanza de Jesús. Además, el reconocimiento de este contexto social nos permite apreciar temas de trasfondo que de otra forma podríamos haber pasado por alto.
Sean Freyne, Jesus: A Jewish Galilean [Jesús: un galileo judío] (Londres: T&T Clark, 2004), 45–46.