La parábola del siervo fiel (Mateo 24:45-51)
Esta parábola se trata de un siervo que quedó a cargo de toda una casa. Esto incluye la responsabilidad de darles a los otros siervos su asignación de alimento en el momento apropiado. Jesús dice, “Dichoso aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así” (Mt 24:46). A ese siervo se le darán responsabilidades adicionales. Por otra parte, Jesús señala,
“Pero si aquel siervo es malo, y dice en su corazón: “Mi señor tardará”; y empieza a golpear a sus consiervos, y come y bebe con los que se emborrachan, vendrá el señor de aquel siervo el día que no lo espera, y a una hora que no sabe, y lo azotará severamente y le asignará un lugar con los hipócritas; allí será el llanto y el crujir de dientes”. (Mt 24:48–51)
En el contexto del lugar de trabajo moderno, el siervo sería lo equivalente a un gerente que tiene una obligación con los dueños mientras administra a otros trabajadores. Los intereses del dueño son satisfechos solo cuando las necesidades de los trabajadores son satisfechas. El gerente tiene responsabilidades tanto con los que son autoridad sobre él, como con sus subordinados. Jesús dice que la tarea del líder siervo es trabajar por los intereses de sus subordinados y también de sus autoridades. No puede dar excusas por maltratar a sus subordinados diciendo que de alguna forma es por el beneficio de sus superiores. Esta realidad se describe de forma dramática en el castigo impuesto al trabajador que se preocupa solo por sus propios intereses (Mt 24:48–51).